Dejando atrás Al-Mukalla y siguiendo la carretera de la costa hacia el sur, entre hornos de cal y los restos de armamento de la guerra civil, llegamos a otro de los parajes naturales y a la vez cargados de historia que podemos encontrar en Yemen: las playas de Bir-Ali y el puerto de Qana. Nos encontramos con volcanes extintos cuyos cráteres se han convertido en lagos, playas de arena volcánica y los restos de Qana, ciudad portuaria que recibía los cargamentos de especias del Lejano Oriente y de donde partían las caravanas que recorrian la peninsula arábiga hasta el Mediterráneo: la Ruta del Incienso. |
M'encanta tornar de tant en tant a viatjar pel Iemen de la teva mà.
ResponderEliminarUna abraçada Raúl
Gràcies, josep. Tal vegada una entrada més per a finalitzar aquesta sèrie.
EliminarUna abraçada.
Estupendo reportaje que refleja fielmente la dureza del terreno. Un abrazo,
ResponderEliminarUn país muy duro, pero que la hospitalidad de la gente hace que esa dureza quede en un segundo plano. Qué lástima que ahora sea casi imposible visitarlo.
EliminarUn abrazo, Miguel.
Siempre es un placer cuando nos traes imágenes de Yemen. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Ximo. Ya me quedan pocas fotografías de esta serie que mostrar.
EliminarUn abrazo.
Que lastima ver guerra por estos paisajes tan bellos! hermosas fotos! saludos!
ResponderEliminarAsí es, amigo Chilin. En tiempo de guerra no se respeta nada.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo.